jueves, 29 de diciembre de 2016

Mirar atrás perjudica nuestro crecimiento

Basado en Génesis 19

El capítulo bíblico mencionado cuenta la destrucción de Sodoma y Gomorra, también relata como Dios rescata a Lot de la destrucción dándole instrucciones precisas.

De la misma forma hoy, vivimos en un mundo corrupto, impuro, lejos del plan de Dios para el hombre. Sin embargo gracias al sacrificio de Jesús, podemos ser rescatados al igual que Lot, y también se nos han dado instrucciones precisas por medio de la biblia.

El pasaje bíblico tambien relata que la esposa de Lot desobedeció a las ordenes de Dios al darse vuelta y mirar atrás, el castigo a esto fue que ella se convirtió en una estatua de sal. Es importante hacer notar que ella ya estaba siendo rescatada, solo debía continuar el camino trazado a la salvación, sin embargo ella en rebeldía decidio voltearse.

Nosotros como hijos de Dios tenemos el camino trazado y las reglas claramente establecidas, Él nos manda a caminar siempre adelante, con la mirada puesta en Jesús para tener un corazón que le agrade.

Sin embargo en este camino, ¿cuántas veces hemos mirado atrás?, ¿cuántas veces hemos vuelto a nuestro pecado?, ¿cuántas veces recordamos con nostalgia nuestro pasado en el mundo?.

Si hemos hecho esto, también nos convertimos en estatuas de sal, es decir perdemos movimiento, nos quedamos estáticos en nuestro crecimiento espiritual, perdemos la dinámica de crecer día a día y seguir el plan de Dios para nuestra vida. Pero esto no queda aquí, recordemos que la sal conserva la carne, esto significa que no solo nos quedamos estáticos en nuestro crecimiento, sino que conservaremos nuestra carnalidad, desobedeciendo una vez mas al llamado de Dios de renunciar a nuestra carne para un día llegar a ser santos.

Los anímo a dejar de lado nuestro pasado en el mundo y crecer cada día más para lograr un corazón agradable a nuestro Dios.

Amén

viernes, 16 de diciembre de 2016

Exhortandonos para cumplir el plan de Dios

Basado en Hebreos 3:12-13

Es de suma importancia estar siempre firmes y convencidos de la existencia de nuestro Dios vivo y todopoderoso, en el pasaje bíblico se califica como malo al corazón del incrédulo. Esto tiene mucho sentido, puesto que si no creemos, ¿Cómo seremos capaces de seguir el plan que Dios tiene para nuestras vidas?

Nosotros, como pueblo de Dios, debemos exhortarnos diariamente para limpiar todo rastro de incredulidad, para permitir nuestro crecimiento espiritual hacia la preciada santidad.

Diariamente debemos de tener una cita con Dios para confesar nuestros pecados, arrepentirnos de ellos y limpiar nuestro corazón. Esto es muy importante para lograr un corazón que agrade a Dios, un corazón sensible y reactivo al espiritu santo.

El pasaje biblico también aclara que el engaño del pecado nos endurece, es decir no permite que haya un cambio real en nosotros, esto evidentemente es un perjucio significante al cumplimiento del plan de Dios para nuestras vidas.

Hermanos:
  • Debemos profundizar nuestra fé y perfeccionar nuestra relación con nuestro salvador
  • Debemos luchar firmemente para eliminar cualquier rastro de incredulidad de nuestros corazones
  • Debemos ser sensibles con nuestros hermanos, exhortarnos diariamente para seguir el plan de Dios
  • Debemos arrepentirnos y humillarnos diariamente para que nuestros pecados sean perdonados y así evitar que el pecado endure nuestras vidas y nos aleje de la santidad

Amén

martes, 13 de diciembre de 2016

Características de una persona llamada a salvación

Basado en Isaías 33:15-16

En el mencionado pasaje bíblico se listan características de cómo es una persona llamada a salvación. A continuación se detallan las mismas:
  • Se conduce con justicia
  • Habla con rectitud
  • Aborrece ganancias mal habidas
  • Se niega a recibir sobornos
  • Se tapa los oidos para no escuchar propuestas criminales
  • Cierra los ojos para no ver maldad
Sin duda estas características son de alto valor para nuestra sociedad contemporánea, pero con mucha pena vemos que estos valores estan peligrosamente en extinción.

Oremos a nuestro Dios para que estas características broten y se desarrollen cada día en cada uno de nosotros.

Que la paz de nuestro Señor abunde en sus corazones y en su hogar.

Amén.